El régimen de propiedad de la tierra.
1.
Al
concluir la conquista de los pueblos del área centroamericana, los contingentes
de participantes en dicha empresa, iniciaron el apoderamiento de grandes
extensiones de territorio, con el propósito de lograr hacer de la tierra su
principal fuente de riqueza; después de que no hallaran mas que algunos
fragmentos de metales preciosos, los conquistadores optaron por recaudar un
tributo que les hiciera mostrar su señorío sobre los pueblos indígenas.
La
construcción de la estructura agraria, se remonta a principios del siglo XVI,
donde se instalan los españoles y la corona española les otorga en calidad de
merced real, una vasta extensión de territorio para cultivar, o en su defecto
para el pastoreo, esto sin embargo, con serias repercusiones sobre los pueblos
indígenas puestos en encomienda.
El
comienzo de la actividad sobre la tierra y la producción para la subsistencia,
se logra a través del pago de tributos de los pueblos sometidos a esclavitud, y
el pago del mismo a sus señores encomenderos; la forma mas simple de
explotación, por decirlo de alguna manera, provoco que la riqueza de los
españoles creciera, no solo en expectativas de títulos de nobleza sino que,
podían comenzar un nuevo régimen de comercio a nivel local.
La
corona española, le otorga tierras a los conquistadores, y crea las llamadas
tierras ejidales, donde el español puede comenzar su actividad productivas, ya
sea como cultivar toda la extensión de territorio otorgado, o bien dedicarse a
la crianza de ganado mayor y menor.
Mas
adelante, con la venta de títulos de propiedad de tierras y con el comienzo de
la expansión del comercio, tanto local como fuera de los territorios hacia la
península, la producción de subsistencia ya no es un patrón que se considere
favorable para las condiciones económicas de la colonia en general, ni para sus
principales actores; de esta manera encontramos que la actividad agraria se
intensifica, al crearse los mercados locales, ya sea con la crianza de ganado
mayor y la venta de la carne, asimismo el cultivo de algunos productos propios
de la región como de los introducidos por los españoles, traídos desde algunas
regiones de España.
La
propiedad de la tierra y la producción de la misma, significarían un avance en
lo que sería el crecimiento económico de la región, ya que en todos estos
lugares se daría de forma distinta; en algunos casos el monocultivo, fue de
gran aporte para la consolidación de la feudalización colonial de los recursos
en la colonia.
No
podemos dejar de lado, las relaciones de producción existentes en la colonia,
ya que si no fueron, identificados por algunos autores coloniales, sin
exagerar, fue la mano de obra campesina, la que desde el inicio le daría el
impulso necesario, y que se mantendría durante toda la colonia, incluso más allá
del término de este régimen de explotación indígena.
La
composición de las unidades agrarias en la región, comprendidas desde la producción
en pequeña escala con productos de subsistencia, hasta es abastecimiento de
mercados locales, y en muchos casos, la exportación de cantidades mayores hacia
España. De igual forma encontramos aquí que la tierra como base fundamental de
la producción económica, y la creación de fundos como principio básico en la
economía colonial.
2.
Por
un lado encontramos, las tierras ejidales, que al principio presuponen la
concentración de medianas extensiones de tierra, otorgadas en concesión real a
los agentes de conquista y colonización, esto con el hecho de hacer producir la
tierra pero sin gran interés sobre la producción a gran escala. Estas tierras,
el propósito que se les daba, era por una parte la crianza de ganado, y en
otros casos el cultivo de granos básicos; también encontramos que algunos de
estos sin gran interés de producir, puesto que la función agraria para este
momento no significo mayor importancia para las pretensiones de riqueza, para
los españoles.
A
partir de la concesión de tierras, ya sea para la labranza o para la crianza de
ganado mayor, se crea la insipiente pero importante unidad de estancia, con
territorios más o menos para que el ganado, pudiera pastar. De esta cuenta la
estancia significo que la crianza de ganado y los productos derivados de este,
ayudarían en la dieta, y no solo para la subsistencia sino para el comienzo de
venta en los mercados locales y la obtención de ganancias, a través de esta
forma económica de relación agraria, esto significo la utilización de mano de
obra indígena, explotada, con pocas probabilidades de subsistencia, debió al
periodo en el las enfermedades estaban latentes, la sobre explotación y los
malos tratos.
Con
los repartimientos de tierras, y los pueblos puestos en encomienda, se crea una
nueva forma de explotación de los recursos de la tierra; sin embargo, es el
comienzo de la propiedad privada sobre la tierra, con todos los elementos
inherentes a esta, la fuerza de trabajo indígena, y las relaciones de producción,
se hacen más marcadas, cuando ocurre la venta de títulos de propiedad a través
del acaparamiento de tierras, ya sea de los campesinos indígenas, o de tierras
realengas, y para contribuir a la economía de España, las composiciones de las
tierras usurpadas, aunque esto se diera de forma ilegal, pero sería junto con
el aparato burocrático el que impulsaría dichas exacciones de la propiedad
comunal de los indígenas y de las tierras realengas.
Poco
a poco se fueron creando algunas unidades agrarias, como la hacienda que en su precedente
anterior seria, las tierras otorgadas como merced real de labranza, o la de
merced real de estancia de ganado; la hacienda colonial seguiría con algunos
elementos que le harían diferenciar dentro de la unidad agraria, que además
conseguiría arreglárselas para obtener mano de obra suficiente, dado que la
estructura de la hacienda y por su extensión de tierras, necesitaría que los
indígenas permanecieran dentro de ellas. Quizás la mayor parte de la producción
esta asociada al monocultivo, o de varios cultivos para el consumo local, como
los granos, y hortalizas. De esta forma, la explotación que se daría dentro de
esta unidad agrícola, podemos decir que los mecanismos utilizados, serian
varias maneras de hacer que los campesinos estuvieran a la disposición de los
nuevos dueños de los medios de producción, a base de endeudamiento, o la
llamada tienda de raya, incluso con los adelantos para el pago de tributos,
misas, diezmos a la iglesia.
Otra
de las unidades de cultivo y juntamente de la explotación, serian las
estancias, solamente que la estructura de esta y su creación variarían en torno
a su competidor la hacienda. Esta necesitaría de grande extensiones de tierra,
para el pastoreo de ganado la mayor de las veces mayor, y en otras las combinaciones de ganado mayor y menor; la explotación de
estas unidades, significaría el no tener que pagar, por mucha mano de obra, ya
que necesitaba de poca disponibilidad de esta.
En
muchas de estas unidades agrarias, la combinación de los productos de la hacienda
y los derivados de la carne del ganado mayor, significaría aunque en menor
escala el crecimiento del mercado a nivel exterior; ya que su insípido
crecimiento estaría en manos de ambiciosos, pero muy marcados seguidores de la
explotación campesina y quizás esta ultima como causa del estancamiento de la
economía sobre la base de la producción, en más de un siglo, y que durante el
siglo XVII, comenzaría una oleada de intentos de comercialización de productos,
sobre otros que no le serian de gran empuje a dicha economía en decadencia.
Más
adelante serian las plantaciones, aunque en menor escala en la región, estas
también entrarían el régimen de tierra y producción agraria, al igual que las demás
formas de apropiación de la fuerza de trabajo y territorio para la explotación
de los indígenas, y los inicios de la acumulación originaria de capital sobre
la base económica de la tierra.
3.
En
este status económico, desde los repartimientos de los pueblos indígenas entra,
de manera directa la mano imponente de la burocracia española, convirtiéndose
en aliados y reclamando directamente los beneficios de la creación y la
legalización de la explotación indígena.
El
aparato político de la colonia, funciono de acuerdo y en beneficio de los
intereses de los grandes propietarios de tierra, y por consiguiente de la
minoría, aunque en algunos casos, se pretenda inclinarse a la interpretación,
de que se defendieron los derechos de los indígenas y la explotación de los
mismos; la politica de la colonia, muchas veces por no decir la mayoría de las
ocasiones, las disposiciones reales, convenidas primero en las leyes de Burgos
de 1512, que para la región americana de las colonias españolas serian las
mismas, al igual que las leyes Nuevas, disponían cambiar todo un régimen
colonial a las pretensiones de la corona sobre los territorios americanos; sin
embargo, aunque siempre fue una constante, recibir las ordenes reales por los representantes
de España en América, y que nunca se hicieran cumplir, debido a lo ya
mencionado, los beneficios de las participación directa como cómplices de la
explotación de los pueblos indígenas y sus recursos.
No
se cumplían a cabalidad o en su defecto nunca se cumplieron, aunque cada
delegado de la corona, se hacía participe de la corrupción de los colonos
españoles, ya que de alguna manera ejercían sobre estas personalidades, presión
suficientes para no hacer cumplir las leyes y disposiciones reales, aunque
vinieran directamente del monarca.
La
iglesia como entidad transformadora de la ideología de los indígenas, participo
también de los beneficios que se crearon desde los repartimientos de pueblos
indígenas, como evangelizadores y hacer de manera forzosa su conversión a la
nueva imposición ideológica, el Cristianismo católico; así como los
repartimientos, también se hicieron concesiones de encomiendas para la iglesia,
convirtiéndose las órdenes religiosas en grandes terratenientes y su principal
beneficio, los tributos indígenas, la construcción de iglesias, etc.; poco a
poco fue perdiendo su hegemonía sobre los beneficios tributarios, pero de las
concesiones que por derecho de territorio, declarado por el Papa, la iglesia
debía seguir su labor evangelizadora de los nuevos territorios. Un intento de
defensa de los indígenas, por parte de una de las figuras más sobresalientes,
como Bartolomé de Las Casas, intentaría disuadir a las autoridades coloniales,
y directamente en la corte real, en vano serian todos los intentos por crear
una politica suavizadora, de la explotación de los indígenas.
En
la actualidad, la resaca de las unidades agrarias coloniales, aun siguen
vigentes, tanto el propósito de dejar sin propiedades a los campesinos,
aprovecharse de la mano de obra, servil o semiservil, que aun esta puesta en la
escena económica, social y sobre todo politica, sobre la que redunda la
constante del pequeño grupo que dirige a su antojo y gana un territorio que no
supera el desarrollo agrario, por el acaparamiento de unos cuantos de grandes extensiones
de tierras, y tener atada así a la población a sus disposiciones.
De acuerdo a como fue evolucionando la
tenencia de la tierra, en la región de Centroamérica, y el resto de los países
hoy consolidados de América, le merece una importancia muy superior a como fue
la explotación de la fuerza de trabajo de las sociedades prehispánicas; luego
de la conquista de los territorios seria más o menos la misma constantes y el
resultado del presente, con pequeñas variaciones de salario, pero con la misma
forma de explotación, pienso que lo que hasta ahora se ha avanzado en la teoría
sobre como después de algunos siglos, la tierra sea el único medio de lucha, de
controversia y de maltrato a las comunidades, cobrando cada día, lo que en sus
inicios sería tan cruel y despiadado, como el presente nublado y con un alto
porcentaje de perder por completo los recursos y seguir aunando al gran abismo
de violencia y corrupción de un pasado, que se ve reflejado en nuestro
presente.
4.
La
opinión que de mi parte puedo compartir, sobre el tema de la tenencia de la
tierra, y aunque no fue del todo legal, de acuerdo a como se fue dando el
proceso de obtención de riqueza de parte de los españoles, sobre los medios de
producción, y la forzosa obligación de los pueblos indígenas, como fuerza de
trabajo, debiéramos ser más sutiles a la hora de la interpretación sobre cómo
se dieron los procesos de conquista y colonización, con las leyes, decretos,
reales cédulas y no solo en benefician de la estructura de colonia española,
aun cuando hiciéramos o pretendiéramos cambiar
las nuevas estructuras políticas, sin tener una base solida de
composición del pasado, y de un nuevo régimen con democracia, sería inútil, por
la sumisión de ideología, por no poder inducir a la transformación social,
desde un punto central como lo es la historia de la lucha por los recursos
territoriales y más aun de la propiedad colectiva.
Conclusiones.
ü La principal forma de
explotación durante la colonia, la esclavitud, trabajo forzado y opresión ideológica.
ü La construcción de la
propiedad de la tierra, bajo usurpación o concesiones reales directas a la
corona española.
ü La consolidación de
la propiedad de la tierra, bajo título de propiedad o de composiciones,
vendidas por la corona, a los
participantes en la conquista.
ü La formación de
unidades agrarias, significo un crecimiento económico en la región con un bajo
porcentaje hasta entrado el siglo XIX.
ü La participación de
la burocracia española, en la corrupción de sus altos funcionarios, dio lugar a
que los colonos se hicieran cada vez con más riqueza.
ü Las órdenes
religiosas, intervinieron directamente en la transformación de la ideología
prehispánica, en un nuevo régimen cristiano, pero con un tinte de explotación y
represión sobre las poblaciones indígenas.
ü La creación tanto de
la estancia, como de la hacienda, significo que las instituciones coloniales
desde los repartimientos, la fuerza de trabajo seria el que impulsaría una
economía feudal colonial.
ü Sin la mano de obra
indígena o esclava, el desarrollo de las unidades agrarias sobre la tierra, no
tendrían importancia en el tema de la tenencia de la tierra y sus formas d
explotación.
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